Cuando Adán y Eva fueron creados tenían vida espiritual, pero cuando pecaron, murieron espiritualmente, es decir, perdieron la vida de Dios, la presencia del Espíritu Santo en sus vidas.

“Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento (neshamá) de vida (jayim); y fue el hombre un ser viviente.”
Génesis 2:7

Literalmente dice: “y sopló en su nariz ALIENTO DE VIDAS

Cuando Dios sopló sobre el hombre, éste recibió tres vidas:

  • La vida física.
  • La vida anímica.
  • La vida espiritual.

“Y ordenó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.”
Génesis 2:16 y 17

Literalmente dice: “el día que de él comas, MURIENDO MORIRÁS

Cuando Adán y Eva comieron del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, algo murió en ellos. El hombre y la mujer no murieron físicamente, murieron espiritualmente y muriendo espiritualmente, llegaron a morir físicamente. Por causa del pecado, perdieron la vida de Dios, perdieron la presencia del Espíritu de Dios en sus vidas.

A partir de Adán y Eva, cuando los hombres nacen, nacen con una mancha (Job 25:4; Sal. 51:5; Sal. 143:2; Jer. 17:9; Mt. 19:17; Lc. 11:13; Ro. 5:18 y 19; I Jn. 1:8) y con un vacío en su interior, nacemos muertos espiritualmente.

“Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron . . .”
Romanos 5:12

El hombre nace con una inclinación pecaminosa y muerto espiritualmente, sin la vida de Dios.

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.”
I Corintios 15:22

Este doble problema fue solucionado por Jesús con su muerte y con su resurrección. Con su muerte, él nos perdonó y quitó nuestro pecado y con su resurrección, él nos dio vida espiritual, la vida de Dios, la vida que Adán y Eva perdieron.

“Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que QUITA EL PECADO DEL MUNDO.”
Juan 1:29

“En Él tenemos redención mediante su sangre, EL PERDÓN DE NUESTROS PECADOS según las riquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros.”
Efesios 1:7 y 8

“. . . yo he venido para que tengan VIDA (ZOE), y para que la tengan en abundancia.”
Juan 10:10b

¿Cuándo nacieron de nuevo los discípulos de Jesús? ¿Cuándo recibieron la vida espiritual, la presencia del Espíritu Santo en sus vidas?

“Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.”
Juan 20:22

Jesús sopló vida espiritual, la vida de Dios, la presencia del Espíritu Santo. Cuando Jesús resucita, pudo impartir vida espiritual sobre sus discípulos, la vida espiritual que Adán y Eva perdieron, ahora la humanidad puede tenerla por medio de Jesús. Por eso, podemos leer:

“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su VIDA (PSYCHE) en rescate por muchos.”
Marcos 10:45

“Yo he venido para que tengan VIDA (ZOE), y para que la tengan en abundancia.”
Juan 10:10

Jesús dio su vida del alma (psique) para que nosotros pudiésemos tener vida espiritual (zoe). Ahora podemos disfrutar de una vida completa en Dios, ya que hemos sido perdonados y hemos recibido vida espiritual (la presencia del Espíritu de Dios) por la muerte y la resurrección de Jesús.

“Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de Él. Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.”
Romanos 5:8-10

“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”
Efesios 2:1-7

Cuando pusimos nuestra fe y confianza en Jesús y en su perfecto sacrificio, experimentamos un nuevo nacimiento, Jesús sopló sobre nuestras vidas y recibimos un nuevo corazón, un corazón de carne, un corazón que le siente, que le comprende, que le escucha, que le ama; recibimos una nueva vida basada en lo que Él ha hecho por nosotros y recibimos la Neshamá del Todopoderoso, el Espíritu de Dios en nuestras vidas.

“Ciertamente espíritu (rúaj) hay en el hombre, Y el soplo (neshamá) del Omni-potente le hace que entienda.”
Job 32:8

“El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo (neshamá) del Omnipotente me dio vida.”
Job 33:4

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
II Corintios 5:17

We use cookies on our website. Some of them are essential for the operation of the site, while others help us to improve this site and the user experience (tracking cookies). You can decide for yourself whether you want to allow cookies or not. Please note that if you reject them, you may not be able to use all the functionalities of the site.