Acerca de la última cena, Jesús dijo algo impactante:

“Con deseo (epithumia) he deseado (epithumeo) comer con vosotros esta Pascua antes que padezca.”
Lucas 22:15 – Reina Valera 1862

Jesús nos dice que con deseo ha deseado, pero la palabra griega que se usa aquí es muy significativa, la palabra es EPITHUMIA, esta misma palabra aparece en Romanos 6:12 y se ha traducido por CONCUPISCENCIAS:

“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus CONCUPISCENCIAS (epithumia)”

Los traductores de nuestras versiones tradujeron EPITHUMIA en Romanos 6:12 por “concupiscencias” y cuando habla Jesús la tradujeron por “deseo”, podemos ver que dicha palabra nos muestra un fuerte e intenso deseo, un deseo ardiente, nosotros diríamos “desear con locura”, por tanto, Jesús deseaba con locura comer la pascua, anhelaba ardientemente cenar con sus discípulos. Veamos cómo la expresión “con deseo he deseado” ha sido traducida en otras versiones:

“Con ardiente deseo he deseado comer esta Pascua . . ."
Biblia Castillian 2003

“Con ansia he deseado comer esta Pascua . . ."
Biblia de Jerusalén 1976

"Ardientemente he deseado comer esta Pascua . . ."
La Biblia Nacar Colunga

“En gran manera he deseado comer con vosotros esta pascua . . ."
Reina Valera 1909

"¡Cuán intensamente he deseado comer esta Pascua con vosotros antes que padezca!"
Biblia Textual

Pero, ¿por qué Jesús tenía un deseo TAN intenso para celebrar esta cena con sus discípulos?

Porque el fin de una era terminaba (El Antiguo Pacto de la Ley) y el inicio de una nueva era comenzaba (El Nuevo Pacto de la Gracia). Pensemos por un momento en las veces que Jesús hubiese querido acercarse y decir a los que estaban encerrados bajo la Ley que un día la Ley ya no estaría vigente, cuántas veces a Jesús le hubiera gustado decir a los que subían al Templo que un día el Padre no moraría más en el Templo porque moraría en los corazones de su Pueblo y cuando Jesús iba al Templo todos los años, seguro que pensaría: “Este derramamiento de sangre de animales se acabará con mi muerte” . . . y ESE DÍA ESPERADO POR JESÚS había llegado, por eso, todos los deseos que Jesús tuvo durante su vida, estaban a punto de cumplirse. Jesús, cenando con sus discípulos, anunciaría el comienzo de una nueva etapa para la humanidad, un Nuevo Pacto, un Pacto mejor y diferente, un Pacto basado en la preciosa sangre de Cristo . . . cuando entendemos todo esto, podemos comprender la intensidad y la fuerza del deseo de Cristo de celebrar la Pascua, lo antiguo se acaba, lo nuevo comienza; la noche está pasando y el sol de Justicia está saliendo trayendo la luz de un nuevo día.

“Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque ESTO ES MI SANGRE DEL NUEVO PACTO, que es derramada por muchos para el PERDÓN de los pecados.”
Mateo 26:27 y 28

“Este es el PACTO que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones y en sus mentes las escribiré, añade: y NUNCA MÁS me acordaré de sus pecados y transgresiones.”
Hebreos 10:16-17

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