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“Donde hay barbas,
callen faldas.”
Refrán Español

“Palabras de mujer,
no se han de creer.”
Refrán Español

“La mujer tiene largo el cabello
y corto el entendimiento.”
Refrán Español

“Las mujeres son
la perdición de los hombres.”
Refrán Español

“Tres hijas y una madre,
cuatro diablos para el padre.”
Refrán Español

*****

La Mujer en la Cultura Griega Antigua

En la cultura griega antigua, la mujer era inferior al hombre en todos los sentidos, debía ser sumisa y obediente, debía mantener su boca cerrada, era considerada más débil que el hombre y menos inteligente, no era digna de confianza, mala por naturaleza, siempre bajo la autoridad de un hombre (el padre, el marido, un hermano o incluso su hijo si la mujer se quedaba viuda) . . . y su función principal era la de ser una buena esposa, una buena madre y una buena ama de casa, limitándose sus labores a las tareas domésticas y a la reproducción. Por todo esto, podemos afirmar que la mujer tenía un segundo plano en la cultura griega. En lo que sí tenía un papel importante era en el terreno de lo religioso, ya que la mujer participaba de una forma muy activa en el culto a sus deidades, incluso pudiendo llegar a ser sacerdotisas.

El poeta Homero (siglo VIII a.C.) en su obra La Odisea, pone en boca de Telémaco unas palabras dirigidas a su madre, Penélope. Con estas palabras vemos la subordinación de la mujer.

“marcha a tu habitación y cuídate de tu trabajo, el telar y la rueca, y ordena a las esclavas que se ocupen del suyo. La palabra debe ser cosa de hombres, de todos, y sobre todo de mí, de quien es el poder en este palacio.”
Homero – La Odisea - Canto I

“vamos, marcha a tu habitación y ocúpate de las la-bores que te son propias, el telar y la rueca, y ordena a tus esclavas que se apliquen a las suyas. El arco será cuestión de los hombres y principalmente de mí, de quien es el poder en este palacio.”
Homero – La Odisea - Canto XXI

Para Platón (427-347 a.C.), la humanidad, en un principio, es-taba compuesta solamente de hombres y los hombres que fueron cobardes y que no caminaron en justicia, se reencarna-ron en mujeres, por tanto, el castigo de esos hombres cobardes fue nacer como mujeres:

“Entre los hombres, que recibieron la existencia, los que fueron cobardes y pasaron su vida en la injusticia, fueron, según todas las probabilidades, metamorfoseados en mujeres en su segundo nacimiento.”
Platón - Timeo

Aristóteles (384-322 a.C.) afirma en su obra Política lo siguiente:

“Y también en la relación entre macho y hembra, por naturaleza, uno es superior y otro inferior, uno manda y otro obedece. Y del mismo modo ocurre necesariamente entre todos los hombres.”
Aristóteles – Política – Libro I (1254b)

“Pues también hay que gobernar a la mujer y a los hijos, como a seres libres en ambos casos, pero no con el mismo tipo de gobierno, sino a la mujer como a un ciudadano, y a los hijos monárquicamente. En efecto, el hombre es por naturaleza más apto para mandar que la mujer.”
Aristóteles – Política – Libro I (1259b)

En su obra Historia de los Animales, Aristóteles nos aporta al-gunas características de la mujer:

“. . . la mujer es . . . más llorona, y también más ce-losa y más quejumbrosa, más criticona y más hiriente. También es más apocada y desesperanzada que el hombre, más descarada y más mentirosa, más tramposa y más memoriosa, y también más vigilante y más tímida, y en general más indecisa que el macho y de menos comida.”
Aristóteles – Historia de los Animales – Libro IX (608b)

En su obra Política, Aristóteles cita al poeta Sófocles (de su tragedia llamada Áyax) cuando éste afirma:

“Mujer, el silencio es un adorno en las mujeres”
Aristóteles – Política – Libro I (1260a)

En otras palabras, la mujer, si está callada, mejor, pero no solamente era una virtud el silencio de una mujer, era un deber para ella.

Demóstenes (384-322 a.C.), uno de los más grandes oradores griegos, en su obra Juicio contra una Prostituta, nos habla de las dos funciones principales de la “buena” esposa griega:

“A las heteras (cortesanas) las tenemos para el placer, a las concubinas para el cuidado diario de nuestro cuerpo, a las esposas para tener hijos legítimos y contar con una fiel guardiana en el hogar.”
Demóstenes - Juicio contra una Prostituta 122

Menandro (342-289 a.C), comediógrafo griego, afirma de la mujer lo siguiente:

“Es mejor enterrar a una mujer que casarse con ella.
(151)
La naturaleza no le da a la mujer la capacidad de mandar.
(157)
No confíes en una mujer ni en su lecho de muerte.
(171)
Las mujeres son hábiles en maquinar tretas.
(194)
Por causa de las mujeres suceden todos los males.
(203)
Pues no es posible ver fidelidad en las mujeres.
(233)
La ocupación de las mujeres son los telares y no las asambleas.
(363)
Es igual precipitarse en el fuego que entre mujeres.
(380)
La mujer es, en la vida, una mala planta y la tenemos como un mal necesario.
(388-389)
De todas las fieras, la mujer es la más salvaje.
(342)
La mujer es un dolor siempre presente.
(450)
La mujer es un fardo repleto de males.
(459)
Allí donde hay mujeres, todo son desgracias.
(622)
La mujer es una inmundicia recubierta de plata.
(703)
¡Cuán indigna de confianza es la naturaleza femenina!
(860)”
Menandro – Sentencias en un Verso – I. Colecciones de los Códices Bizantinos

“La mujer alimenta con facilidad propósitos malva-dos, pues su manera de ser se ejercita en maldades.
(205-206)
Quien enseña a una mujer a leer y a escribir, sepa que proporciona venenos a una serpiente.
(209-210)
El oro es, por naturaleza, un engaño y la mujer otro engaño.
(232)”
Comparación de Menandro y Filistión – I. Sentencias y Discusiones de Menandro y Filistión

Nota: Todos estos Proverbios de Menandro los he extraído del libro llamado Proverbios Griegos de la Editorial Gredos.


La Mujer en la Antigua Cultura Romana

Lo que acabo de afirmar de la mujer griega es muy similar a lo que encontramos en la antigua cultura romana, aunque la mujer romana llegó a tener un poco más de reconocimiento por su dedicación al hogar y porque era la que se encargaba de la educación de sus hijos en sus primeros años, enseñándoles los valores tradicionales romanos.

La mujer romana gozaba de cierta libertad y tenía una vida social activa junto a su esposo participando en algunas celebraciones y banquetes, pero la mujer seguía siendo una ciudadana de segunda clase / categoría, un ser débil e inferior, mala por naturaleza y siempre bajo la autoridad del hombre. De hecho, era el padre de familia quien decidía si un bebé recién nacido sería aceptado y reconocido como hijo legítimo. Cuando la esposa daba a luz, la matrona dejaba al bebé en el suelo, si era un niño y el padre lo quería aceptar, lo levantaba y lo mostraba a todos, si era una hija y la quería aceptar solamente pe-día que la alimentaran, un bebé recién nacido podía no ser aceptado, ni reconocido por varias razones:

• El marido podía sospechar que no era realmente suyo.
• El bebé tenía algún defecto.
• Si el bebé era una niña y ya tenían otra (normalmente no se criaba a más de una hija).
• Si no tenían los medios para poder criarlo.

Los bebés no deseados eran abandonados en un basurero, en algún camino o en el campo para que muriesen, aunque en al-gunas ocasiones, ese bebé podía ser recogido por algún tratante de esclavos y sería criado para después ser vendido como esclavo o para prostituirlo. Sin embargo, los que nacían con algún defecto, los ahogaban directamente.

Según Séneca (4 a.C. - 65 d.C.), la razón estaba detrás de todo esto:

“degollamos las ovejas enfermas, por temor de que infesten el rebaño; asfixiamos los fetos monstruosos, y hasta ahogamos los niños si son débiles y deformes. No es ira, sino razón, separar las partes sanas de las que pueden corromperlas.”
Séneca – De la Ira – Libro I - XV

En una carta fechada el 18 de junio del año 1 a.C. encontrada en Oxirrinco (ciudad al sur de la ciudad del Cairo), un esposo llamado Hilarión, muy preocupado por su esposa y por el bebé que estaban esperando, le escribe lo siguiente:

“Yo me quedo en Alejandría. Te ruego encarecida-mente que te ocupes de nuestro hijito, que yo, en cuanto reciba la paga, os la enviaré. Si llegas a dar a luz y es un niño, déjalo vivir; si es una niña, abandónala.”
Papiro de Oxirrinco 744

Sabiendo lo que los romanos pensaban de las mujeres, no nos debe extrañar que los hijos fuesen más buscados y deseados que las hijas. Por cierto, este infanticidio no solamente se daba en la cultura romana, también se daba en la cultura griega, sin embargo, en la cultura judía, el infanticidio era considerado un pecado grave, lógicamente los cristianos también se oponían a esta práctica, en la Didaché, también llamada La Enseñanza de los Doce Apóstoles, escrita entre el 70 d.C. y el 80 d.C., podemos leer:

“El camino de la muerte es éste: . . . Perseguidores de los buenos, enemigos de la verdad . . . no compasivos del pobre, e indiferentes para con los apena-dos, desconocedores de su Hacedor, asesinos de sus hijos, corruptores de la criatura de Dios, los que abandonan al necesitado y oprimen al afligido”
Didaché 5:2

 

La Mujer en la Cultura Judía

La Biblia nos muestra que el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios, los dos tenían la misma dignidad, la misma honra y la misma autoridad, los dos tenían que enseñorearse de toda la tierra, PERO con la entrada del pecado, la cosa cambió para mal, el hombre comenzó a enseñorearse de la mujer, por tanto, la sociedad patriarcal que encontramos en el Israel Antiguo se originó por la entrada del pecado en el corazón de los hombres.

A diferencia de otras culturas, el concepto de la mujer en el Antiguo Testamento es bastante positivo, el Antiguo Testamento nos habla de mujeres hermosas, valientes, nobles, sabias, fieles, inteligentes, bondadosas . . . encontramos mujeres que profetizan, mujeres que enseñan, asesoran, liberan, juzgan . . . La Biblia NUNCA nos dice que la mujer es mala, mentirosa, poco inteligente, poco fiable, necia, provocativa, degenerada, tentadora e inferior al hombre.

Lamentablemente, cuando hablamos de la mujer judía en la é-poca de Jesús, vemos que el concepto que la cultura grecorromana tenía de la mujer, había penetrado en la mentalidad judía y, por eso, encontramos muchas de las mismas creencias / barbaridades que hemos visto acerca de la mujer en la cultura grecorromana.

En su libro La Educación en el Israel Antiguo, Fletcher Harper Swift señala que las funciones principales de la mujer eran:

• Cuidar de su casa.
• Educar a sus hijos.
• Servir y agradar a su marido.

Con el paso de los años, el concepto de la mujer no cambió mucho dentro del judaísmo, como podemos ver en las palabras del Rabino Moisés ben Maimón (Maimónides):

“Hay cinco trabajos que todas las mujeres deben realizar para sus maridos: hilar, lavar su cara, sus manos y sus pies, ponerle la bebida, hacer su cama y servirle . . . cuando una mujer se niega a hacer algún trabajo que está obligada a realizar, puede ser forzada para que lo haga incluso usando una vara.”
Maimónides (1138-1204 d.C.) - Hiljot Ishut 21:7 y 10

El historiador judío Flavio Josefo (37-100 d.C.) en su obra Contra Apión expresa lo que se creía de las mujeres en la época de Jesús:

“La mujer, dice la Escritura, en todo es inferior al varón. Por lo tanto, que obedezca al varón, no para su ignominia, sino para que siga su dirección y mandato porque Dios otorgó al varón fortaleza y poder.”
Contra Apión – Libro 2:24

¿Dónde dice la Escritura que la mujer es inferior al hombre? ¡En ningún lugar! Lamentablemente, no solamente Flavio Josefo “cita” la Escritura para enseñar una mentira, hoy en día, muchos hacen exactamente lo mismo, citan la Biblia para enseñar algo que NO es verdad.

En el Talmud también podemos leer:

“El emperador romano dijo al Rabino Gamaliel: Tu Dios es un ladrón porque está escrito: “Entonces el Señor Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar”. La hija del emperador le dijo al Rabino Gamaliel: Déjalo, yo le responderé . . . ¿No fue también algo bueno para Adán que Dios tomase un lado de él para devolverle una criada para servirle?”
El Talmud - Sanhedrin 39a

“Rav dijo: el que sigue el consejo de su esposa desciende al infierno.”
El Talmud - Baba Metzia 59a

“Una mujer es un saco de excremento y su boca está llena de sangre, sin embargo, ellos corren tras ella.”
El Talmud - Shabbat 152a

En el libro de Eclesiástico, Jesús, hijo de Sirá, afirma:

“¡No hay peor herida que la del corazón, ni peor maldad que la de la mujer!”
Eclesiástico 25:13 – Dios Habla Hoy 1994 (con deuterocanónicos)

“Cualquier maldad es poca, comparada con la de la mujer.”
Eclesiástico 25:19a – Dios Habla Hoy 1994 (con deuterocanónicos)

“Por una mujer comenzó el pecado y por ella todos morimos.”
Eclesiástico 25:24 – Dios Habla Hoy 1994 (con deuterocanónicos)

“La hija es para el padre un tesoro inseguro; su cui-dado por ella le hace perder el sueño. Si es joven, te-me que se quede sin casar; si es casada, teme que el marido la repudie. Si es soltera, y aún vive con su padre, teme que la violen y quede embarazada; si es casada, y ya vive con su esposo, teme que sea infiel, o que resulte estéril. Hijo mío, vigila mucho a tu hija soltera, para que no te traiga mala fama, habladurías de la ciudad y deshonra entre la gente, y te haga avergonzar ante la asamblea.”
Eclesiástico 42:9-11 – Dios Habla Hoy 1994 (con deuterocanónicos)

En el Talmud tenemos algo muy similar, pero con algunas “perlas” añadidas:

“Una hija es un vano tesoro para su padre y no dormirá por su preocupación hacia ella. De pequeña, por si es seducida; de adolescente, por si se hace prostituta; de adulta, por si no se casa; de casada, por si no tiene hijos; cuando se haga mayor, por si se convierte en una bruja. El mundo no puede existir sin varones, ni hembras, pero feliz es el que tiene hijos varones y ay de aquel cuyos hijos son hembras.”
El Talmud - Sanhedrin 100b

Gracias a Dios, la Escritura NO enseña que la mujer sea la criada / sirvienta / esclava del hombre, ni enseña que es inferior al hombre como veremos en el Capítulo 2, ni tampoco enseña todas las barbaridades que acabo de citar.


La Mujer en el Mundo Cristiano

El mensaje del Evangelio tuvo muy buena acogida entre las mujeres en un principio, ya que era un mensaje que daba a la mujer el mismo valor que a los hombres. En la cultura grecorromana, la esposa tenía que llegar virgen al matrimonio, el hombre no; en la mayoría de los casos, en la cultura grecorromana, el matrimonio estaba basado en un acuerdo que re-portaría algún beneficio a ambas familias; el matrimonio cristiano se basaba en el amor, Pablo pone el ejemplo de Jesús (el esposo) y su amor por la iglesia (la esposa) (Ef. 5:25); en la cultura judía, un marido podía tener varias esposas, Pablo basado en Gn. 2:24 y en las propias palabras de Jesús (Mc. 10:7) afirma: “cada uno tenga su propia mujer (singular), y cada una tenga su propio marido (singular).” (I Co. 7:2); en la cultura grecorromana, la esposa tenía que ser fiel al marido, pero el marido podía tener relaciones con otras mujeres, los cristianos enseñaban que la esposa y el esposo debían ser fieles; en la cultura grecorromana, la edad para que una mujer se casara estaba entre los 12 y 14 años, los cristianos no ponen una edad concreta para que una mujer se pueda casar; muchas niñas morían por causa del abandono de los bebés, los cristianos no permitían dicha práctica; en la cultura grecorromana, una mujer, al quedar viuda, tenía una gran presión para que se casara de nuevo, los cristianos daban libertad a la viuda para casarse de nuevo si así lo deseaba y en el caso de que la viuda fuese pobre, la iglesia se encargaría de ella supliendo sus necesidades; la mujer gozaba de libertad y de igualdad en todos los sentidos, además, la mujer era tratada de una forma digna y con mucho respeto, Pablo dice:

“No reprendas al anciano, sino exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las más jóvenes, como a hermanas, con toda pureza.”
I Timoteo 5:1 y 2 – La Biblia Textual IV Edición

Por todo esto, el mensaje del Evangelio fue recibido por más mujeres que hombres en un principio. Además, los asuntos de la Iglesia no estaban reservados solamente para los hombres, las mujeres participaban con toda libertad en todas las actividades que la Iglesia llevaba a cabo, tenemos ejemplos como: Junia, Febe, Priscila, María, Trifena, Trifosa, Evodia, Síntique, Pérsida, etc. (hablaremos un poco de estas mujeres en el Capítulo 6).

Sin embargo, con el paso de los años, en la medida que la Iglesia se fue apartando de sus raíces (Jesucristo), la iglesia llegó a ser más carnal, más pagana y más machista. Muchos cristianos acudieron a otras fuentes y bebieron de los manantiales contaminados de Grecia (cultura griega), de Roma (cultura romana) y de Jerusalén (cultura judía), ya que en la Escritura NO encontramos un apoyo que pueda respaldar algunas de las afirmaciones que hicieron algunos hombres cristianos de la mujer, afirmaciones que veremos a continuación. ¡Qué pronto olvidaron lo que el Maestro nos mostró del gran valor de la mujer! ¡Qué pronto olvidaron las palabras de Pablo!

“Sin duda, este distintivo del hombre, la barba, por la que se muestra hombre, es más antiguo que Eva y es el símbolo de una naturaleza superior.”
Clemente de Alejandría (150-215 d.C.)
El Pedagogo - Libro III – 3

“Toda mujer debería caminar como Eva en el luto y la penitencia, de modo que con la vestidura de la penitencia pudiera expiar plenamente aquello que le viene de Eva . . . ¿No sabes que también tú eres E-va? La condena de Dios a tu sexo perdura todavía hoy; tu culpa permanece aún. ¡Tú eres la puerta del Demonio! ¡Tú comiste del árbol prohibido! ¡Tú desobedeciste la primera la ley divina! ¡Tú convenciste a Adán, porque el Demonio no era bastante valeroso para atacarlo! ¡Tú destruiste la imagen de Dios, el hombre! ¡A causa de lo que hiciste, el Hijo de Dios tuvo que morir!”
Tertuliano (160-220 d.C.)
De Cultu Feminarum, Libro 1, 1-2

“Dios ha establecido una jerarquía, en el ámbito natural y en el religioso, en virtud de la cual la mujer está subordinada al sexo masculino. Esta subordinación jerárquica debe ser reconocida por la mujer en su comportamiento y en su vestido.”
San Jerónimo (342-420 d.C.)
Primera Carta a los Corintios

“No veo para qué podría servir al hombre la creación de la mujer si no es para la procreación. Si la mujer no le ha sido dada al hombre para ayudarlo a concebir hijos, ¿para qué sirve? ¿Para arar la tierra junto a él? Si se necesitara ayuda en esa labor, otro hombre sería más útil. Y lo mismo puede decirse de la compañía: ¡cuánto más placer hay en la vida y en la conversación cuando dos amigos viven juntos que cuando un hombre y una mujer cohabitan!”
San Agustín (354-430 d.C.)
Genesi Ad Litteram, 9

“Pero la mujer es naturalmente de menos fuerza y dignidad que el hombre . . .”
Tomás de Aquino (1225-1274 d.C.)
Summa Theológica, Vol. I, Pregunta 92, Art. 1

“En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de un defecto del poder activo.”
Tomás de Aquino (1225-1274 d.C.)
Summa Theologica, Vol. I, Pregunta 92, Art. 1, Respuesta a la objeción 1.

“. . . Es la mujer un animal inepto y necio; pero, por lo demás, complaciente y gracioso. De modo que su compañía en el hogar suaviza y endulza con su necedad la melancolía y aspereza de la índole varonil. Y así Platón, al vacilar entre incluir a la mujer en la categoría de los animales racionales o en la de los irracionales, no se propuso más que señalarnos la insigne necedad de este sexo . . . Del mismo modo que, como dice un proverbio griego, “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, así la mujer se-rá siempre mujer; es decir, necia, disfrácese como se disfrace.”
Erasmo de Rotterdam (1469-1536 d.C.)
Elogio de la Locura - Cap. XVII

“La regla se mantiene con el marido y la esposa se ve obligada a obedecerle por el mandato de Dios. Él gobierna la casa y el estado, hace guerras, defiende sus posesiones, labra la tierra, construye, planta, etc. La mujer, en cambio, es como un clavo en la pared . . . Los paganos han representado a Venus como de pie sobre una concha marina porque, así como el caracol lleva su casa consigo, así la mujer debe quedarse en casa y cuidar de los asuntos del hogar, como alguien que ha sido privado de la capacidad de administrar los asuntos que están afuera y que se refieren al estado. Ella no va más allá de sus deberes más personales.”
Martín Lutero (1483-1546 d.C.)
Comentarios sobre Génesis (Cap. 3)

“Pablo mira más allá, a la Ley eterna de Dios, la cual ha hecho que el sexo femenino esté sujeto a la autoridad de los hombres. Por eso, todas las mujeres nacen para que se reconozcan inferiores como consecuencia de la superioridad del sexo masculino.”
Juan Calvino (1509-1564 d.C.)
Comentario sobre I Corintios (Cap. 11)

“la mujer en su mayor perfección fue creada para servir y obedecer al hombre . . . en su mayor perfección, la mujer fue creada para estar sujeta al hombre.”
John Knox (1514-1572 d.C.)
The First Blast of the trumpet

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