Muchos piensan que en el pecado está el placer y que en el mundo está la diversión, sin embargo, esto es mentira, el placer está en conocer a Cristo y la diversión está en la vida que ahora tenemos en Él.

Muchos religiosos predican que beber Coca Cola es pecado porque la Coca Cola tiene la forma del cuerpo de una mujer, otros enseñan que la televisión es un aparato sacado del infierno, otros predican en contra de la lectura secular y la música secular, otros afirman que no podemos coger el autobús, ni podemos ir al cine porque no podemos sentarnos en “silla de escarnecedores”, hay que decir NO a la Navidad porque es una fiesta pagana, no podemos poner un árbol de Navidad porque es de origen pagano, la mujeres no pueden teñirse el pelo, ni usar maquillaje, ni llevar pantalones, no podemos comer cerdo, ni marisco, etc etc etc etc etc etc etc etc

La religión acaba poco a poco con la vida de una persona, la religión hace que la gente sea infeliz y una persona infeliz quiere hacer infeliz a otros . . . “Si no te arrepientes, algún día acabarás en el infierno.” Los religiosos NO paran de condenar a los demás porque están haciendo lo que ellos querrían hacer, pero no lo hacen por la máscara de santidad que llevan puesta. “Oh, almas adulteras, ahora reís, pero lloraréis en las entrañas del infierno.” Para estos predicadores todo lo que suene divertido es pecado, todo lo que nos haga feliz es pecado, por eso, algunos creyentes llenos de temor siempre se preguntan: “Y si voy allí, ¿estoy pecando?”, “Y si leo este libro, ¿estoy pecando?” “Y si salgo con mis amigos, ¿estoy pecando?” “Y si toco la guitarra, ¿estoy pecando?” “Y si veo a Peppa Pig ¿estoy pecando?” “Y si veo la telenovela, ¿estoy pecando?” “Y si me bebo una copa de vino, ¿estoy pecando?” “Y si me como una morcilla, ¿estoy pecando?” . . . “Oh queridos hermanos, mirad como se ríe el mundo y como se divierte, mirad como disfrutan, pero algún día llorarán y nosotros reiremos, algún día sufrirán las consecuencias de sus perversidades y nosotros gozaremos de las recompensas de nuestras buenas obras.

¿Es este el mensaje que predicamos? ¿Jesús murió para que algún día “en el dulce más allá” tengamos vida? ¡NO! Jesús vino a darnos vida AQUÍ Y AHORA, Jesús vino para que nuestro gozo esté completo, Jesús vino para establecer el Reino de Dios en nuestras vidas, un Reino que consiste en: JUSTICIA, PAZ Y GOZO (Ro. 14:17). Jesús no solamente vino para llevarnos al Cielo, él vino para traer el Cielo a nuestras vidas.

“Tú has cambiado mi lamento en danza; has desatado mi cilicio y me has ceñido de alegría”
Salmo 30:11

“En gran manera me gozaré en el SEÑOR, mi alma se regocijará en mi Dios; porque Él me ha vestido de ropas de salvación, me ha envuelto en manto de justicia . . .”
Isaías 61:10a

Los cristianos disfrutamos de la vida en su totalidad, disfrutamos de las bendiciones que nuestro Dios nos ha dado, el cristiano quiere ayudar y bendecir a los demás, quiere que otras personas conozcan a Jesucristo, la fuente de la vida, de la alegría y de la felicidad. Proclamemos la Buenas Noticias del Evangelio y dejemos de decir tonterías y de mandar la gente al infierno, Jesús NO vino a condenar al mundo (y Él NO cambia), seamos como ÉL.

“Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma? Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, porque el Hijo del Hombre NO ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas.”
Lucas 9:54-56

“Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.”
Juan 3:17

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