La Torá (la Ley de Moisés) que se suele escuchar en la actualidad nos aleja de Jesús porque se está enseñando que la Ley es todo lo que necesitamos para poder llegar a ser hijos de Dios y poder agradarle, esta es la Torá de muchos, una Torá ligera y fácil de llevar, una Torá que nos santifica y nos vivifica. Un Torá que no es Ley, es instrucción, una Torá que se puede cumplir.
Sin embargo, la Torá de Moisés, la Torá que nuestro Señor Jesús cumplió y predicó, es algo MUY serio y absolutamente NADIE la puede cumplir, por supuesto que encontramos a un grupo de religiosos que afirmaban que guardaban la Torá, pero Jesús les muestra que mienten, que en realidad, Dios NO es su Padre.
Si la Torá que estás escuchando te aleja de Jesús, estás escuchando una Torá Falsa, una Torá de los hombres, una Torá que no requiere un sacrificio cuando pecas, una Torá de la cual podemos elegir los mandamientos que queremos guardar.
Si la Torá que estás escuchando te acusa y te condena, estás escuchando la Torá verdadera, la Torá requiere sangre para el perdón de pecados, la Torá verdadera hay que aceptarla en su totalidad, sin quitar nada y sin añadir nada, o la obedeces en su totalidad o mueres, está es la Torá de Moisés.
Cuando la Torá de Moisés nos muestra el pecado en nuestras vidas, la misma Torá nos señala a Jesús para que en Su preciosa sangre podamos tener perdón y para que creyendo en Él podamos tener vida espiritual y eterna.
¿Qué Torá estás escuchando? ¿La que te aleja o la que te lleva a Jesús?
“De manera que la Torá ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo”
Gálatas 3:24
