Me gusta el estilo de ese Jesús, de ese joven Rabino Judío, él hizo cosas maravillosas, él hizo algo fuera de lo normal: daba gracia a los que eran considerados pecadores apestosos y aplicaba la Ley con dureza a todos los que se creían justos. Los religiosos fueron confrontados con la propia Ley que afirmaban guardar, mientras que los pecadores fueron confrontados con el amor y la gracia de Dios, a un grupo de sacerdotes, Jesús les dice que en el Reino de Dios van detrás de las prostitutas, cuando Jesús quiere poner un ejemplo de un buen prójimo usa a un samaritano, a un grupo de judíos religiosos les llama Hijos del Diablo, pero cuando habla con una pecadora, le dice: “yo NO te condeno”. Me encanta este Rabino. Estoy enamorado de este Judío. Mientras que los religiosos cerraban las puertas de sus sinagogas a los pecadores, Jesús les abría los brazos y les daba SU amor. ¡Con razón te aman!